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Las declaraciones racistas del actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, han despertado la indignación de la comunidad internacional desde que este era candidato.
Esta semana, una de las peores crisis humanitarias de nuestros tiempos se convirtió en una crisis viral, mediática e institucional de enorme magnitud. Los niños migrantes separados de sus padres en la frontera sur de la Unión Americana se convirtieron en tema de conversación y activismo dentro y fuera de las redes sociales.
Desde Abril, la administración de Donald Trump dictó “cero tolerancia” a la aplicación de la ley para deportar migrantes ilegales, lo que provocó la separación de familias ya que los niños deben ser separados de sus padres para iniciar el proceso judicial.
El sentimiento de indignación, con 90% en negativos, fue el motor de diversos hashtags como el de #keepfamiliestogether impulsado por los democráticas que llegó a ser TT en EU por 16 horas provocando una ola de más de 38,900 tweets. Además el 65% de los 3 millones de tweets con la búsqueda “Trump” estaban relacionados al tema migrante.
La ONU, medios internacionales, nacionales, personalidades y varios gobiernos criticaron la terrible medida. Los tweets de las cuentas oficiales de Naciones Unidas, la portada de la revista TIME y un audio con el llanto de los niños en el traslado a los campamentos provisionales fueron los contenidos más virales del tema.
Trump continuaba insistiendo que la separación de familias era causada por falta de apoyo de los legisladores demócratas para pasar una ley de migración, la presión que quería ejercer llego a tal grado que EU abandonó el consejo de Derechos Humanos de la ONU.
A los pocos días la primera dama estadounidense fue a visitar a los niños en los campamentos, su guardaropa fue sumamente inadecuado, una chamarra con la frase “Realmente no me importa” en inglés. La acción, la posterior explicación de Melania y el tweet de su esposo fueron tan poco sinceros y cínicos que provocaron la indignación de las personas y más de medio millón de tweets con un sentimiento negativo del 95%.
La indignación mundial y el activismo fuera y dentro de lo digital lograron que Trump firmara un decreto, el comisionado de protección fronteriza McAleenan señaló que los agentes no entregarán a los inmigrantes a las autoridades hasta que el gobierno pueda averiguar cómo procesarles sin separarles de sus hijos.
Este es un claro ejemplo de cómo las redes sociales pueden unir al mundo en torno a una causa y a través de una crisis viral lograr abonar a los derechos humanos.